"ROMPIENDO EL BAILE".
A la hora señalada miles de almas se congregaron frente al televisor. Entonces los bailarines en la pantalla lucían su destreza desafiando la gravedad, con movimientos que semejaban derretirse, latidos, un espectacular quebrado de huesos. Era el programa "Soul Train" cautivando a su auditorio.
La historia del Breakdance comenzó a tejerse por aquellos años setenta, en ambientes latinos y afroamericanos de New York. Las calles de Harlem y el Bronx, marcadas por la pobreza, la marginalidad y la violencia, fueron el único escenario de aquellos primeros B-boys, que convirtieron su estigma en virtud. Porque bailar era otra forma de solucionar los conflictos entre bandas, de demostrar quién era el mejor sin que medieran cuquillos ni pistolas, ni muertos ni heridos. De modo que en los "duelos" cuando más saldría lastimado el ego, llevado siempre bien arriba, en actitud desafiante.
Así, además de liberar todo su potencial creativo asumían una alternativa frente a ese modo de vida hostil y agresivo. Junto a los Dj's, el Rap y el Graffiti, el Breakdance es el cuarto elemento del Hip Hop, que surgió "como medio de expresión de los afronorteamericanos y latinos contra una sociedad que durante siglos los ha explotado y humillado racialmente, deviene una arte para brindarles un poco de ritmo y alegría a sus vidas".1
Se trata de una danza muy técnica, que requiere grandes capacidades físicas. Flexibilidad, control, rápidez, equilibrio, fuerza, son ingredientes indispensables para los breakers. Necesitan además mucha práctica y resistencia para soportar los golpes y las caídas.
Los movimientos son innumerables, y cambian según las improvisaciones, mezclas y variantes aplicadas por cada cual. No obstante, pueden agruparse en cinco grupos principales: baile de pie o por arriba (toprock), baile de piso (footwork), congelamientos (freezes), movimientos de fuerza (power moves) y suicidios.
1 Ariel Fernández: Rap Cubano: ¿Poesía Urbana o la Nueva Trova de los noventa ? Disponible en: www.lajiribilla.cu/2001/n15_agosto/414_15.html.
Algunos clásicos son el molino (windmill), el escorpión, las vueltas de cabeza, de espalda, telarañas, airflares, twister, thomas, turtle, entre otros. También pueden incorporarse pasos de salsa, samba, capoeira, así como de gimnasia y artes marciales. Con el tiempo, ha conseguido adaptarse a otros ritmos más allá del Hip Hop.
El sello underground viene de las fiestas callejeras (block parties), muchas veces clandestinas, así como las prácticas en canchas de baloncesto, subterráneos y parqueos. Este concepto original, marca identitaria fruto de la necesidad, ha devenido simple pose.
Al igual que cierta vertiente comercial del rap, parte del Breakcance ha sido absorbida por la gran industria del entretenimiento y el consumo. prueba de ellos son los miles de zapatillas deportivas y camisetas que vende Nike, mediante campañas concebidas exclusivamente para el público de Hip Hop; y las prestigiosas (a no dudarlo) competencias internacionales organizadas y patrocinadas por Red Bull.
Sobran las películas cuya trama se centra en los afanosos ensayos de muchachos y muchachas que van a presentarse en eventos por el estilo, y por supuesto, su mayor sueño es ganarlos. La popularidad creciente del fenómeno ha conllevado que el Breakdance se enseñe incluso en las academias. Ubicado en "contexto artístico", forma parte de las llamadas danzas urbanas o callejeras. Esto implica actuar en espacios públicos, la interacción con los espectadores y el entorno, improvisar, ser creativos y espontáneos; además de romper con las dinámicas cotidianas de la ciudad.2 Un elemento fundamental son las conocidas batallas, donde los bailarines se encuentran de forma individual, por parejas o en grupos (crews).
El origen del nombre resulta un tanto difuso. Se dice que el término Breakdance (también conocido como breakdancing o breaking) fue acuñado por un periodista debido a que el baile tiene sus momentos cumbres cuando se "rompe" la música. Tal denominación se asocia con lo mediático y comercial, mientras que el B-boying se relaciona con quienes lo practican "por amor al arte"
2. Meysis Carmenate. Del Origen al Despertar: la danza callejera,2012. Disponible en: http://www.danzateatroretazos.cu/index.php/noticias/noticias-generales/138-del-origen-al-despertar-la-danza-callejera.
Sí parece haber consenso respecto a la manera de llamar a los bailarines, B-boys o B-girls, es decir chicos o chicas breake. En tanto manifestación de una cultura transnacional como es el Hip Hop, puede convertirse en factor de solidaridad y cohesión social. Así, por ejemplo, el Breakdance Project Uganda (BPU) 3 iniciando en febrero del 2006, emplea el Hip Hop como una herramienta para comprometer y empoderar a jóvenes en desventaja, que viven en zonas de ese país afectadas por la pobreza y los conflictos bélicos.
Mediante la enseñanza del Breakdance y otros elementos de está cultura se busca construir habilidades de liderazgo, así como promover la autoestima y la responsabilidad social. De cierta manera, el baile vuelve a sus orígenes, sin abandonar el mundo de escenarios que ha conquistado.
3. Disponible en: http://voiceproject.org/programs/breakdance-project-uganda.php
Nota por: Eileen Sosin Martínez.
Nota en: Movimiento, Revista cubana de Hip Hop.
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